Al más puro estilo de las sectas, la videncia y la santería utilizan y se aprovechan de un problema vital, personal o emocional para lucrarse y en donde el aspecto humano desaparece y nace la estafa.
Al más puro estilo de las sectas, la videncia y la santería utilizan y se aprovechan de un problema vital, personal o emocional para lucrarse y en donde el aspecto humano desaparece y nace la estafa. Conquistan siendo la panacea de solución a todas las problemáticas, asegurando saber números juegos azar, la vuelta de la pareja que se ha ido, el éxito y carisma en tu vida a través de la destrucción del otro.
El siguiente paso es la amenaza y descubrimiento de catástrofes si no se realiza un ritual, pero claro está, previo pago de una cantidad y a un desequilibrio económico, se suma uno mayor con cada vez más perdidas y exigencia de nuevos rituales y más dinero.
Esta cadena se llama estafa. Es innegable el poder intuitivo de algunas personas, algo muy distante de considerar al ser humano adivino y Dios. Los problemas de pareja tienen una vía, la comunicación y acaso terapia de pareja para eliminar lo que obstaculiza la armonía y crea desamor, pero nunca lo fanático e ilógico de un amarre de amor para atar una persona y eliminar a su entorno, destruyéndolo, algo que ocurre habitualmente en la pareja polilla, esa pareja con un comportamiento obsesivo, repetitivo, que fisgonea los whassaps y correos, e incluso envía mensajes a dichos correos.
Complejo, rivalidad y nula aceptación de un palpable desamor, pero cuyo origen es precisamente esa conducta anómala y patológica. Estos ritos aumentan y demuestran la obsesión de una persona ya enferma psíquica, que debería de ir a un psicólogo para restablecer el equilibrio y no a la santería, con mezcla de rituales satánicos, oscuros que desorientarán y restarán completamente la salud mental.
A ello se suma la pérdida económica y el colaborar con una estafa. María acudía a mi consulta y estaba triste y deprimida porque se había quedado sin casa. Me dí cuenta de que había algo más, sólo existía el principio. Empatizando y tendiendo una mano amiga de terapeuta narró su auténtica verdad. A raíz de un problema de pérdida de una vivienda se había introducido en un círculo cerrado de magos, videntes y líneas 806 esotéricas. Desarrolló una dependencia de las mismas, igual que el ludópata del juego gastando el dinero de sus hijos y pidiendo créditos que ahora no podía pagar.
El resultado fue una tentativa de suicidio, pero acudió buscando ayuda al lugar donde debería ir inicialmente, y a través de una combinación de tratamiento psiquiátrico con terapia psicológica aprendió e interiorizó que la fuerza para salir adelante está siempre en uno mismo, y jamás en alguien ajeno y no profesional que manipula una única realidad existente y que no le preocupa lo más mínimo tu situación personal, sino aprovecharse de la misma, fagocitando tu equilibrio y volviéndote más y más débil, a su antojo.
Pilar Enjamio. Psicólogo
3 comments
3 Comments
Esmerlada Llanos
1 julio, 2017, 23:05Yo soy vidente y nunca he estafado a nadie me duele ver estas noticias.
REPLYMarcos@Esmerlada Llanos
30 abril, 2020, 20:00Los santeros todos estafadores. Es un crimen aprovecha de la gente débile. Conoci un estafador. Conoci uno que dió tanto miedo a un amigo por ser débile. Lleva 7 meses en terapia. Ten cuidado a Edda Rangel Cortes (vive en Madrid y es mexicana) y su amigo Orlov supuestamente Cubano. Dejo sus datos para proteger a la gente.
REPLYManuel
5 mayo, 2019, 18:59Jugáis con la mente de las personas débiles Dios está por encima de todos ustedes no te duela tanto!!!
REPLY